• Una lista o una comprensión general del trabajo que tú o tu equipo tenéis que hacer

• Una comprensión compartida de los objetivos de tu equipo o proyecto

• Una mente abierta

• ¡Esta plantilla, amigo!

Añade los principales objetivos de tu equipo y asegúrate de que todos estén en sintonía.
Al tener en cuenta estos objetivos, crearás una percepción común de lo que te puede ayudar (y no) a alcanzar tus objetivos finales.

Añade notas de recordatorio sobre el trabajo que haya que priorizar. Establece el plazo en el que quieras completar todo ese trabajo.

Añade información como la descripción del trabajo, el nivel de esfuerzo, los riesgos y las dependencias y cómo afecta a la empresa o al proyecto.

¡Añade el trabajo antes de la sesión para acelerar las cosas!

Analiza en equipo cada componente del trabajo y decide cuál es su lugar en el gráfico de priorización.
Según lo detallado que sea el análisis, esto puede llevar mucho o poco tiempo.
Puede que sea difícil encajar alguna cosa con precisión, pero resultará más fácil a medida que empieces a planificar mayor cantidad de trabajo.

Traza dos líneas en la gráfica como en el ejemplo.
Así se diferenciará entre los trabajos requeridos, los deseables y los que no hay que hacer.
La sección superior izquierda es de alto impacto y urgencia y debe tener prioridad.
La parte inferior derecha es de menor prioridad debido a su bajo impacto y urgencia. Es decir, se mantendrá en espera hasta que se concluya un trabajo más importante.