Es importante ser lo más exhaustivo posible en esta sección para evitar los puntos ciegos y las posibles caídas. Haz una lista de todos los factores internos y externos que se te ocurran que afectarán a tu trabajo, especialmente los que dependan de que otros miembros del equipo o partes interesadas los completen antes de pasar a la siguiente tarea.

Cada dependencia se incluye en una de las siguientes categorías.

Bajo el control del equipo: tu equipo tiene el control total sobre estas tareas y es capaz de dirigir a personas, situaciones y actividades concretas, como la creación de una hoja de ruta de producto.

El equipo puede influir: tu equipo tiene cierto control sobre estas tareas. Por ejemplo, puede que necesites entregas de otros equipos y partes interesadas, pero no necesariamente puedas controlar cuándo deben hacerlo. En vez de eso, puedes darles una fecha de vencimiento para la entrega.

Fuera del control del equipo: tu equipo no tiene absolutamente ningún control sobre estos factores. Un buen ejemplo son las normas gubernamentales que debes seguir por motivos legales.

Una vez que las hayas organizado todas, desglosa cada dependencia y define su propietario y el siguiente paso. El "propietario" es el principal punto de contacto para una tarea en concreto y también dirige cada plan de mitigación. El "siguiente paso" es la forma en que el propietario responderá a cualquier problema si realmente ocurre.