Fomentar la comunicación abierta

La comunicación abierta es como el aceite de motor: cuando está no se nota, pero sin él, el motor no funciona. En el trabajo, muchas veces nos encontramos con unidades aisladas de información. No es que la gente acapare los conocimientos a propósito, pero a veces se nos olvida hablar con compañeros con los que no interactuamos a diario. De hecho, a veces se nos olvida incluso mantener informados a nuestros propios compañeros de equipo.

Por supuesto, la comunicación abierta supone mucho más que informar de las novedades de un proyecto. También significa sentirnos seguros al expresar nuestras opiniones. Eso es el doble de importante a la hora de hablar abiertamente de nuestros errores y de lo que hemos aprendido. Depende de cada uno de nosotros crear un entorno que transmita seguridad, en el que el desacuerdo se trate con respeto y en el que podamos ser sinceros, aunque seamos la única voz discordante. Nada de esto es fácil, ni sucede de la noche a la mañana.

Lo bueno es que adoptar algunas técnicas sencillas puede tener un enorme impacto en cómo se comunica y colabora el equipo.