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FATH + Atlassian

"La migración a la nube era, por lo tanto, el siguiente paso lógico para que pudiésemos reducir significativamente los tiempos de inactividad y, por lo tanto, los costes".

Eckhard Nees
Director de digitalización del grupo FATH

99,9 %

Disponibilidad del sistema del 99,9 % con Atlassian Cloud

20 %

Reducción de los costes operativos de personal, mantenimiento y tiempo de inactividad

Acerca de FATH

Desde hace más de 30 años, FATH ofrece soluciones en los ecosistemas industriales y apoya a las empresas de todo el mundo con sus productos y soluciones para que mejoren la productividad. FATH se centra especialmente en la mejora de la experiencia laboral de los empleados y, para conseguirlo, diseña soluciones integrales que ofrecen más valor añadido en la tienda. La empresa se considera promotora de la innovación en soluciones de sistemas inteligentes para la fabricación y mejora la vida laboral de millones de personas.

Sector

Fabricación

Ubicación

Spalt, Baviera (Alemania)

Número de usuarios

500


Migración a la nube: las soluciones de Atlassian para Fath están en marcha

Desafío: las interrupciones del sistema son un problema para todas las empresas. Los productos no se
fabrican y los servicios no se ofrecen, lo que lleva a la pérdida de ingresos y hace que los clientes
se sientan molestos. Por no mencionar los costes que conlleva la resolución de problemas,
los análisis retrospectivos y la restauración del sistema. FATH es un proveedor de productos y
soluciones para el suelo industrial, la automatización y la digitalización. Sus
aplicaciones de Atlassian, que se alojan en un centro de datos gestionado por FATH
, experimentaban tiempos de inactividad regulares. Pero ya cuentan con la ayuda necesaria,
gracias a la migración a Atlassian Cloud.

Solución: El concepto que siguieron los equipos a cargo de la migración consistía en migrar las aplicaciones a la instancia de un espacio aislado poco a poco, analizar el estado actual de cada una y realizar un análisis de errores continuo. Estos descubrimientos luego sirvieron para
resolver cualquier error descubierto en el entorno de origen, el centro de datos. A continuación, vino la reintegración en el espacio aislado para evaluar los cambios e identificar cualquier nuevo error. Este proceso continuó hasta que se identificaron y resolvieron todos los errores o se comunicaron a las partes interesadas pertinentes. Por lo tanto, los equipos del grupo FATH y XALT garantizaron la migración final de las aplicaciones, incluidos todos los datos, los flujos de trabajo y las apps de marketplace a Atlassian Cloud sin problemas ni contratiempos. Finalmente, el nuevo sistema se puso a disposición de los compañeros de FATH.

Impacto: FATH amplió la disponibilidad del sistema al 99,9 % y redujo las horas
de tiempo de inactividad anuales casi a cero. Los costes operativos (de personal, mantenimiento, tiempos de inactividad, etc.) también se redujeron alrededor de un 20 %, un ahorro que ahora se puede aprovechar en otras áreas. Pero las ventajas de la nube van más allá de las puras cifras e incluyen opciones de seguridad integrada y protección de datos que pueden ayudar a garantizar el cumplimiento del RGPD, o el panel del sistema central.

Las interrupciones del sistema son un problema para todas las empresas. Los productos no se fabrican y los servicios no se ofrecen, lo que lleva a la pérdida de ingresos y hace que los clientes se sientan molestos. Por no mencionar los costes que conlleva la resolución de problemas, los análisis retrospectivos y la restauración del sistema. FATH es un proveedor de productos y soluciones para el suelo industrial, la automatización y la digitalización. Sus aplicaciones de Atlassian, que se alojan en un centro de datos gestionado por FATH, experimentaban tiempos de inactividad regulares. Pero ya cuentan con la ayuda necesaria, gracias a la migración a Atlassian Cloud.

Con sede en Spalt, en la región bávara de Franconia Media, el grupo FATH es una típica mediana empresa alemana que pone su granito de arena para que la economía local siga su curso. Desde hace más de 30 años, fabrican componentes de máquinas y piezas de montaje, y ahora también ofrecen soluciones integrales para una producción infalible como forma de aumentar la productividad. Dan trabajo a más de 400 personas en todo el mundo: 240 aproximadamente solo en Alemania.

Las soluciones de Atlassian: Jira, Confluence y Bitbucket, desempeñan un papel fundamental en el día a día como parte del sistema de inteligencia empresarial central de la empresa. Confluence, en particular, se utiliza mucho en la gestión de los procesos de desarrollo de productos mediante la creación de páginas para las tareas pendientes, los hitos y la información de producción en cada desarrollo. También se utiliza a la hora de colaborar con otras empresas para documentar los requisitos y las tareas pendientes o hacer que la información del producto esté a disposición de los usuarios externos. Los empleados de FATH también utilizan las soluciones de Atlassian para compartir conocimientos entre los miembros del equipo y el desarrollo de software. Por todo ello, estas tres aplicaciones son fundamentales para la colaboración, como la cooperación en los centros de producción, logística y venta, y son muy importantes para el desarrollo de los productos y, en última instancia, el éxito de la empresa. Por lo tanto, la estabilidad, la reducción al mínimo de los tiempos de inactividad y la disponibilidad constante de las aplicaciones son esenciales.

Los amplios tiempos de inactividad y los costes hacen que el cambio sea necesario

Sin embargo, lo cierto es que FATH solía tener interrupciones del sistema en sus soluciones alojadas en Azure por diferentes causas inmediatas. La interacción entre los complementos y las actualizaciones de Atlassian, por ejemplo, era inestable, lo que provocaba dificultades de arranque tras las actualizaciones. Esto daba lugar a tiempos de inactividad y a un aumento de los costes necesarios para identificar y resolver los fallos y los errores subyacentes y restaurar los sistemas. Al mismo tiempo, los empleados tenían que reiniciar los sistemas con frecuencia en mitad de la noche para asegurarse de que el equipo de producción tuviera acceso a Confluence en el primer turno. Además, gestionar las aplicaciones del centro de datos requería un esfuerzo importante a diario, lo que colmaba los recursos internos. Para Eckhard Nees, director de digitalización del grupo FATH, y su equipo, había llegado el momento: era hora de trasladar sus aplicaciones a Atlassian Cloud: "Siempre hemos estado muy contentos con las aplicaciones de Atlassian. Pero también teníamos que asegurarnos de que nuestros empleados tuvieran acceso a ellas de forma continua y en todo momento. La migración a la nube era, por lo tanto, el siguiente paso lógico para que pudiésemos reducir significativamente los tiempos de inactividad y, por lo tanto, los costes".

A la luz de los muchos desafíos que implicaba la migración, el equipo contrató a la consultora XALT de Múnich, un Solution Partner Oro experimentado de Atlassian, para que le ayudara en el proceso. Según Eckhard Nees: "Jira, Confluence y Bitbucket son algunas de las herramientas más importantes que utilizamos a diario. Teníamos que migrarlas todas a la vez para asegurarnos de que nuestros equipos no experimentasen tiempos de inactividad". Además, el equipo debía asegurarse de que el impacto en los procesos de trabajo estándares de sus compañeros fuese mínimo. Lo que significaba conectar la nube con el sistema de inicio de sesión único de FATH para no tener que cambiar una y otra vez entre el sistema del centro de datos y el nuevo sistema en la nube.

Pequeños pasos hacia el éxito

Para que la transición fuera fluida, el equipo de XALT empezó por elaborar un plan de migración en el que se detallaba cada paso individual. FATH y XALT también mantuvieron reuniones diarias durante todo el proceso, además de reuniones de dirección semanales para analizar el progreso del proyecto. El enfoque que siguieron los equipos a cargo de la migración consistía en migrar las aplicaciones a la instancia de un espacio aislado poco a poco, analizar el estado actual de cada una y realizar un análisis de errores continuo. Estos descubrimientos luego sirvieron para resolver cualquier error descubierto en el entorno de origen, el centro de datos. A continuación, vino la reintegración en el espacio aislado para evaluar los cambios e identificar cualquier nuevo error.

Este proceso continuó hasta que se identificaron y resolvieron todos los errores o se comunicaron a las partes interesadas pertinentes. Por lo tanto, los equipos del grupo FATH y XALT garantizaron la migración final de las aplicaciones, incluidos todos los datos, los flujos de trabajo y las aplicaciones de marketplace a Atlassian Cloud sin problemas ni contratiempos. Finalmente, el nuevo sistema se puso a disposición de los compañeros de FATH.

Los números hablan el mismo idioma

En total, todo el proceso de migración duró unos seis meses, desde mediados de 2021 hasta finales de año. Eckhard Nees de FATH está encantado. "XALT trabajó con mucha dedicación para impulsar la migración. Todas las modificaciones necesarias en Atlassian también se implementaron con prontitud. ¡Un éxito de proyecto en todos los sentidos!"

Si bien se perdieron algunas funcionalidades durante la conversión, se llevan compensando desde entonces en otros lugares. Además, en lo que respecta al éxito de la migración, las cifras hablan por sí solas: FATH pudo aumentar la disponibilidad del sistema hasta un 99,9 % y reducir las horas de inactividad al año a casi cero. La diferencia aquí son las ventajas que ofrece el SaaS: las actualizaciones automáticas del sistema que Atlassian publica periódicamente para sus soluciones. Los costes operativos (de personal, mantenimiento, tiempos de inactividad, etc.) también se redujeron alrededor de un 20 %, un ahorro que ahora se puede aprovechar en otras áreas.

Pero las ventajas de la nube van más allá de las puras cifras e incluyen opciones de seguridad integrada y protección de datos que pueden ayudar a garantizar el cumplimiento del RGPD, o el panel del sistema central. Esto significa que ahora todas las aplicaciones de Atlassian se pueden gestionar simultáneamente, algo que FATH aprovecha en su gestión de identidades y accesos. En el futuro, además, un entorno aislado permitirá a la empresa probar nuevas configuraciones y aplicaciones antes de implementarlas para evitar posibles errores. Ahora, este proveedor de componentes de máquinas y soluciones innovadoras para la fabricación ahorra costes, evita la frustración de los clientes y permite a sus empleados trabajar de forma más segura y eficiente.

Atlassian nos orienta y nos ayuda a colaborar en los flujos de trabajo de las distintas unidades de negocio para poner en marcha una función o una nueva aplicación".

Shannon Dinesen
Directora de programa, Operaciones de Ingeniería

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