SOA frente a microservicios: qué es lo mejor para tu empresa
Elegir la arquitectura adecuada para tus aplicaciones de software es fundamental. Los desarrolladores utilizan principalmente dos modelos: la arquitectura orientada a servicios (SOA) y la arquitectura de microservicios. Ambas arquitecturas tienen el mismo objetivo: crear un software modular y flexible. Sin embargo, difieren en su enfoque y su estructura.
Conocer las diferencias clave entre la SOA y los microservicios te servirá para tomar decisiones fundadas sobre el desarrollo de tus aplicaciones. Tu elección afectará a la agilidad empresarial, la productividad, la contratación, la experiencia del cliente y los costes operativos. Elegir la arquitectura correcta desde el principio puede evitar costosas deudas técnicas.
Este artículo explica las funciones, las ventajas y los inconvenientes de los microservicios frente a la SOA, para que puedas elegir la mejor opción para tus necesidades empresariales.
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Arquitectura orientada a servicios (SOA)
La SOA revolucionó el diseño de software, al proponer servicios independientes y poco acoplados. Esto significa que los servicios dependen al mínimo unos de otros, lo que facilita su desarrollo, implementación y mantenimiento.
Los servicios también se pueden reutilizar en muchas aplicaciones. Se comunican a través de protocolos estandarizados, lo que permite una integración e interoperabilidad fluidas en diversos sistemas. La SOA es ideal para empresas grandes y complejas.
Ventajas de la SOA
La modularidad y los protocolos estandarizados de la SOA permiten que los servicios se comuniquen de forma eficaz, lo que promueve la reutilización, la interoperabilidad y la escalabilidad. Estas ventajas clave se traducen en beneficios tangibles para las empresas:
- Reutilización: la reutilización de servicios existentes reduce el tiempo y los costes de desarrollo y promueve la coherencia y la calidad. Las empresas pueden acelerar los ciclos de desarrollo y mejorar la eficiencia general.
- Interoperabilidad: los servicios pueden comunicarse e intercambiar datos con independencia de la tecnología o del lenguaje de programación subyacentes. Esto facilita la integración y la colaboración de datos en toda la empresa. La interoperabilidad agiliza los procesos empresariales y ayuda a las empresas a adaptarse al cambio tecnológico.
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Escalabilidad: el diseño modular de la SOA permite escalar los servicios de forma independiente para satisfacer la fluctuación en la demanda. Garantiza que las aplicaciones puedan gestionar los picos de tráfico o la expansión de las bases de usuarios sin renunciar al rendimiento o la estabilidad. Las empresas pueden adaptar su infraestructura a cambios en la demanda sin costosos cambios de escritura o de diseño.
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Arquitectura de microservicios
La arquitectura de microservicios sigue un concepto más granular: divide las aplicaciones en servicios más pequeños y autónomos. Cada servicio es independiente y se centra en una tarea o funcionalidad específicas. A su vez, cada microservicio también contiene todo el código y los datos necesarios para funcionar sin depender de otros componentes. Los microservicios se comunican a través de protocolos ligeros, como HTTP y REST, lo que promueve la agilidad y la resiliencia.
Las ventajas más importantes de una arquitectura de microservicios son su integración y reutilización fluidas. Esto la convierte en una buena opción para aplicaciones dinámicas que cambian rápidamente.
Ventajas de los microservicios
La arquitectura granular y los protocolos de comunicación ligeros de los microservicios permiten una integración y una reutilización perfectas. Esto se traduce en varias ventajas clave para la empresa:
- Escalabilidad: los microservicios son escalables. Pueden ampliarse o contraerse para adaptarse a cambios en la demanda. Cada microservicio es responsable de una función empresarial específica y puede escalar de forma independiente de los demás. Docker y Kubernetes desempeñan un papel crucial en esta escalabilidad, ya que proporcionan las herramientas y la infraestructura necesarias para gestionar y organizar contenedores de microservicios.
- Flexibilidad: como los microservicios son independientes tecnológicamente, los desarrolladores pueden elegir la mejor tecnología para cada servicio. El acoplamiento poco rígido de los microservicios (que no dependen de una tecnología o un lenguaje de programación específicos) permite a los desarrolladores experimentar con nuevas tecnologías sin interrumpir toda la aplicación. Los microservicios facilitan la adopción de nuevas tecnologías, ya que solo es necesario actualizar el microservicio afectado.
- Aislamiento de fallos: el acoplamiento flexible de los microservicios limita el impacto de los fallos e impide que se produzcan en cascada por todo el sistema. Esto se debe a que los microservicios son unidades independientes con sus datos y código propios: si un microservicio falla, los demás microservicios pueden seguir funcionando con normalidad. El aislamiento de fallos ayuda a garantizar que el sistema general sea estable y fiable.
Diferencias entre la SOA y los microservicios
Si bien la SOA y los microservicios tienen algunos objetivos comunes, hay diferencias notables. Al comprar la SOA con los microservicios, la diferencia entre conceptos está en el estilo arquitectónico de base. La SOA emplea un concepto centralizado de arriba abajo, mientras que los microservicios prefieren un modelo descentralizado de abajo arriba.
Función | SOA | Microservicios |
Estilo arquitectónico |
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Granularidad del servicio |
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Independencia |
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Comunicación |
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Almacenamiento de datos |
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Escalabilidad |
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Implementación |
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Acoplamiento |
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Microservicios frente a SOA: ¿cuál deberías elegir para tu empresa?
Para elegir entre la arquitectura orientada a servicios y los microservicios, hay que atender las necesidades y prioridades de la empresa. Analiza estos factores:
- Complejidad del proyecto: los microservicios proporcionan más agilidad y flexibilidad. Destacan en aplicaciones complejas con cambios en los requisitos.
- Estructura del equipo: los equipos más grandes y centralizados pueden gestionar la SOA. Los microservicios exigen un mayor grado de experiencia y colaboración dentro de equipos más pequeños.
Velocidad de desarrollo: la SOA implica una planificación e integración más centralizadas. La arquitectura de microservicios facilita un desarrollo más rápido con implementaciones independientes.
La SOA es una buena opción para empresas grandes y complejas que requieren reutilización e interoperabilidad. También son una buena opción para empresas con una estructura de control sólida y procesos de desarrollo maduros.
Los microservicios funcionan mejor para las empresas que priorizan la velocidad de la innovación, la agilidad, la flexibilidad y el aislamiento de fallos, y para las empresas con una cultura de DevOps centrada en la entrega continua.
Gestiona la arquitectura distribuida con Compass
Si bien la arquitectura de microservicios ofrece muchas ventajas en cuanto a agilidad, escalabilidad y resiliencia, también aumenta la complejidad. Gestionar un ecosistema de microservicios en crecimiento en infraestructuras diversas puede resultar difícil, especialmente a medida que los equipos colaboran y surgen silos de información.
Compass de Atlassian es una plataforma de experiencia para desarrolladores ampliable que aborda estos desafíos. Proporciona una visión unificada de los resultados de ingeniería y la colaboración en equipo.
Compass consolida la información de distintas fuentes (incluidos repositorios de códigos, rastreadores de incidencias y canales de comunicación) en una ubicación central en la que se pueden realizar búsquedas. Esto ayuda a los desarrolladores, ingenieros de DevOps y gestores de productos a encontrar rápidamente la información que necesitan para entender, desarrollar y mantener los microservicios de forma eficaz. Las funciones de Compass incluyen herramientas para visualizar dependencias, identificar posibles incidencias y hacer un seguimiento del progreso del desarrollo.
Compass simplifica la gestión de las arquitecturas de microservicios al centralizar y organizar la información de ingeniería. Reduce la sobrecarga cognitiva y facilita la colaboración entre los equipos.
A medida que las arquitecturas distribuidas se amplían, Compass adquiere cada vez más valor. Ofrece una plataforma unificada para gestionar la complejidad y garantizar el éxito continuo de las aplicaciones basadas en microservicios.
SOA frente a microservicios: preguntas frecuentes
¿Qué dificultades plantea adoptar la SOA y los microservicios?
La elección entre la SOA y los microservicios afecta significativamente a la capacidad del equipo de crear y modificar el software de forma rápida y flexible.
Los bloques de código más grandes de SOA ofrecen un mayor control, pero también dificultan la flexibilidad. Con la SOA, puede ser difícil reutilizar servicios basados en diferentes tecnologías, lo que dificulta conectar y compartir datos entre servicios. Para utilizar la SOA de forma eficaz, los desarrolladores deben dominar varias tecnologías.
Los microservicios tienen más partes que gestionar, lo que añade complejidad. Requieren estrategias de desarrollo más estandarizadas para que los servicios independientes trabajen en conjunto sin problemas. Lograr este nivel de sintonía organizacional es todo un reto.
¿Pueden coexistir la SOA y los microservicios?
Sí, las empresas pueden crear sistemas heredados en SOA y adoptar gradualmente los microservicios para nuevas funcionalidades o componentes específicos. Este enfoque permite una transición fluida y aprovecha los puntos fuertes de ambas arquitecturas.
Compass puede ayudar a la SOA y los microservicios a coexistir en la arquitectura de la empresa. Como Compass es independiente de la tecnología, proporciona una visibilidad integrada sin importar la tecnología subyacente. Esta visibilidad centralizada ayuda a los equipos a gestionar la complejidad de los entornos híbridos.
Compass también facilita una mayor colaboración y comunicación, lo que puede ayudar a que las estrategias de desarrollo se adapten a distintas arquitecturas. La visibilidad integrada de Compass ayuda a la migración de microservicios desde una SOA heredada, ya que destaca las relaciones de dependencia y los análisis del uso de los servicios.
¿Cómo afecta cada arquitectura a las prácticas de implementación y de DevOps?
Las prácticas de Open DevOps tienen ventajas tanto para las implementaciones de SOA como de microservicios. Sin embargo, los detalles variarán según la arquitectura.
Por lo general, la SOA implica implementaciones monolíticas, en las que los equipos implementan una aplicación completa como una sola unidad. Este concepto requiere una coordinación cuidadosa entre los equipos. Puede llevar mucho tiempo y ser complejo, especialmente para aplicaciones de gran tamaño.
DevOps hace hincapié en la colaboración y la automatización entre los equipos de desarrollo y operaciones para abordar estos desafíos. De este modo, puede haber implementaciones más frecuentes y fiables. Al automatizar las pruebas, la gestión de la configuración y el aprovisionamiento de la infraestructura, DevOps puede ayudar a optimizar las implementaciones de la SOA y a minimizar los errores.
La arquitectura de microservicios permite implementaciones más granulares. Los equipos implementan cada microservicio de forma independiente.
Los principios de DevOps también son esenciales para las implementaciones de microservicios. Las prácticas de DevOps, como la integración continua y la entrega continua, permiten a los equipos automatizar el proceso de prueba, implementación y creación de microservicios. De este modo, se facilitan las publicaciones rápidas y frecuentes.
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