Cuando se hace bien, la lluvia de ideas ofrece una infinidad de ventajas, pero la pregunta es la siguiente: ¿cuál es exactamente la forma adecuada de llevarla a cabo?
Para llevar a cabo una sesión de lluvia de ideas fructífera, hay que aplicar un poco de estrategia. Aquí te ofrecemos la información que necesitas para sacar las mejores ideas de todos los miembros de tu equipo.
Técnicas de lluvia de ideas
Vale, ya has planificado y organizado la sesión de lluvia de ideas. ¿Y ahora qué? En tu equipo están mirándose los unos a los otros. ¿Cómo pones en marcha la conversación?
A continuación, tienes solo algunas de las muy diversas tácticas que los equipos pueden usar para ponerse manos a la obra y hacer que sus sesiones de lluvia de ideas sean mucho más productivas:
- Brainwriting (escritura de ideas): con esta técnica, los miembros del equipo comparten ideas poniéndolas por escrito de forma independiente en lugar de expresándolas juntos en voz alta. Resulta especialmente útil si sabes que en tu equipo hay una cantidad considerable de personas introvertidas.
- Empezar por una historia embarazosa: iniciar la conversación con algo que pueda resultar embarazoso hace que, de inmediato, todo el mundo adopte un estado mental más vulnerable y abierto, lo cual hace que estén más dispuestos a compartir ideas.
- Dar tiempo a que las ideas maduren: aunque el entusiasmo sea fuerte, tal vez no te interese poner en práctica una idea de inmediato. Los estudios demuestran que incluso una breve pausa puede darte tiempo para afianzar aún más la propuesta.
- Figuring storming: esta táctica implica ponerte en la piel de otra persona para pensar cómo podría gestionar la situación. Puede resultar eficaz porque nos reta a alejarnos de nuestros propios sesgos y percepciones.