Metodología ágil frente a scrum. Cómo elegir la mejor metodología para ti

La metodología ágil es una filosofía de gestión de proyectos que emplea un conjunto de principios y valores para ayudar a los equipos de software a responder a los cambios. Para los equipos ágiles, prevalecen los individuos y las interacciones sobre los procesos y las herramientas; prevalece el software funcional sobre la documentación global; prevalece la colaboración del cliente sobre la negociación del contrato; y prevalece dar respuesta a un cambio sobre el seguimiento de un plan. Estos valores se establecieron en el Manifiesto ágil junto con los 12 principios en los que se basa el manifiesto.

Una buena manera de entender la metodología ágil es compararla con otra filosofía de gestión de proyectos, la metodología en cascada. En la entrega en cascada, el alcance del producto está establecido y el tiempo y los recursos son flexibles. Las organizaciones que utilizan la metodología en cascada añadirán más programadores y rellenarán los horarios para entregar el producto que han decidido lanzar.

En la metodología ágil, el alcance del producto es flexible, mientras que los recursos y el tiempo son fijos. Los equipos de metodología ágil se comprometen a entregar el software a tiempo con el equipo que tienen hoy en día. Lo que ofrecen es una combinación flexible de lo que saben que el cliente quiere y lo que pueden crear en el tiempo asignado.

Los equipos ágiles tienen un "por qué" sólido detrás de lo que hacen y una claridad en cuanto a cómo lo hacen. Los principios de la metodología ágil ayudan a los equipos a dividir objetivos enormes y ambiciosos en partes de trabajo gestionables que puedan cumplir de forma coherente. Los desarrolladores ágiles se ven fortalecidos por innumerables historias de equipos pequeños y ágiles que superan a los grandes competidores que utilizan la entrega en cascada. Los equipos ágiles también se benefician del "complejo industrial ágil". Hay una gran cantidad de recursos y herramientas para quienes necesitan conocer la metodología ágil y todo un ejército de consultores deseosos de ayudar con su implementación.

Seguir los principios de la metodología ágil puede llevarte a lugares a los que nunca pensaste que irías. La metodología ágil ayuda a los equipos a cambiar de dirección en función del feedback del mercado y de los clientes. Persiguiendo estos ideales, puede que descubras que tu equipo ha creado algo completamente diferente de lo que te propusiste hacer. Esto puede ser una sensación desconcertante e incluso puedes sentir una falta de rumbo a medida que buscas nuevas vías y sigues los comentarios de los clientes en nuevas direcciones. Debido a estos resultados divergentes, no todos los equipos y empresas pueden trabajar con una metodología ágil. Pero los equipos que eligen superar estos obstáculos suelen descubrir que, al final, pueden lanzar un producto mejor para sus clientes.

El scrum es un marco ágil que ayuda a los equipos a estructurar su trabajo en ciclos de desarrollo cortos denominados "sprints". Los equipos de scrum se comprometen a entregar el trabajo al final de cada sprint y adoptan prácticas y una estructura de equipo que les ayuden a alcanzar este ritmo. El scrum lleva los principios de la metodología ágil un paso más allá y crea una estructura que ayuda a los equipos a aplicarlos en su trabajo diario. El scrum es un marco ágil bien documentado que muchos equipos pueden adoptar sin mucha interrupción.

Los equipos de scrum lanzan el software a tiempo. En lugar de poner al día a la empresa sobre tu progreso, ¡puedes mostrárselo! Cuando lanzas el software, los clientes comienzan a usarlo. Más datos de uso de los clientes ayudan a fundamentar tu dirección e impulsan el crecimiento. Los equipos de scrum también suelen estar más sanos, con menos agotamiento y pérdida de clientes que otros. Esto se debe a que las prácticas de scrum, como la planificación de los sprints y las retrospectivas de los sprints, se centran en preparar a los compañeros de equipo para el éxito.

El scrum es un enfoque "a por todas". El éxito se debe a la incorporación de nuevos roles, como un experto en scrum, y a la reestructuración de los horarios de todos en torno a un ritmo de reuniones establecido. Muchos equipos no tienen recursos para contratar nuevos compañeros de equipo ni tiempo para nuevas reuniones. Cuando los equipos no van "a por todas", a menudo no logran aprovechar los beneficios del scrum. Además, no todos los equipos pueden trabajar a un ritmo tan acelerado. Cuando la calidad se ve afectada como resultado, muchos equipos hacen que sus sprints sean cada vez más largos. Con el tiempo, volverán a la metodología en cascada.

Kanban es un marco ágil que ayuda a los equipos a realizar el trabajo de forma continua. Los equipos que utilizan kanban organizan su trabajo en un tablero de kanban con tarjetas, columnas, límites del trabajo en curso y puntos de compromiso y entrega específicos. El kanban es mejor para el trabajo de conocimiento, en el que el producto o servicio es prácticamente invisible. El kanban ayuda a los equipos a visualizar sus avances y a dar grandes pasos día tras día.

La entrega en cascada se centra en el desarrollo de productos o soluciones según las especificaciones del cliente o la empresa. Los equipos estudian los requisitos y crean la solución a lo largo de semanas, meses o incluso años. La metodología en cascada es el método preferido en los sectores regulados, donde las tolerancias son muy limitadas.

Imagina que estás creando un robot quirúrgico que necesita realizar una tarea a la perfección durante 100 horas de operación exigidas por el Gobierno. Esa restricción inspira tu trabajo y esa especificación se convierte en el centro de tu desarrollo. Tu equipo experimenta y realiza pruebas hasta que tu robot cumpla con las especificaciones. Cuando las especificaciones son específicas y estrictas, el desarrollo en cascada centra a tu equipo en cumplir los requisitos por encima de todo.

Si te apetece iniciar una transformación ágil, puede que tengas que elegir una metodología. Las metodologías ágiles incluyen la estructura, las prácticas y las herramientas del equipo que necesitas para que tu organización respete los principios ágiles. También puedes hacerlo por tu cuenta. Con el manifiesto ágil y un poco de creatividad, puedes diseñar tu propio enfoque que funcione para tu empresa y tu equipo.

La metodología ágil no tiene reglas fijas, mientras que el scrum tiene bastantes. Si buscas un marco que pueda guiarte en tu camino hacia una mayor agilidad, elegir scrum es un buen comienzo. El scrum ayudará a tu equipo a trabajar rápidamente y a cambiar cuando sea necesario. Además, hay plantillas que puedes adoptar hoy mismo para impulsar tu adopción del scrum. Si buscas la máxima flexibilidad, puedes inspirar a tu equipo a adoptar la metodología ágil. Una transformación ágil es el emocionante proceso de analizar lo que haces ahora y crear una forma de trabajar ágil.

Es poco común que tengas que elegir entre la metodología ágil y en cascada. Es más común que tengas que cambiar de una a otra. En momentos como estos, el cliente es clave. ¿El cliente se centra más en las soluciones o en los problemas? Si un cliente sabe lo que quiere y quiere pagarle a alguien para que lo cree, inclínate por la metodología en cascada. Si el cliente tiene un problema y quieres ser tú quien lo resuelva, opta por la metodología ágil.

Una de las mejores partes de los marcos ágiles actuales es lo bien que las herramientas de gestión de proyectos los respaldan. Jira está diseñado para ser compatible con kanban, scrum y más desde el principio. Los expertos amplían Jira de forma rutinaria para dar soporte incluso a los marcos ágiles más complejos. Empieza con los tutoriales sobre la metodología ágil.